Andrea y Johnny lone,
1.- parte:
El robo de la palmera de chocolate.
Aquella mañana comenzaba con una extraña pareja caminando destino al tren de Cercedilla, tenían que volver a casa.
Era una pareja extraña, ella de nombre Andrea de pelo ondulado y castaño oscuro , siempre vestía de negro, llevaba una larga falda con botas militares y una chaqueta larga que podría ser de su padre , puesto que la llevaba dada varias vueltas en las mangas y caída de hombros, realmente era bajita.
1.59 de estatura vestida de negro con aquella larga falda y aquella enorme chaqueta parecía un fantasma negro.
No solía maquillarse, si lo hacia sus colores eran morado y negro.
A sus 22 años hacia ya uno que había roto con su novio, un bajista de un grupo Dark que había decidido salir con una chica más joven.
A su lado una figura impresionante, 1.80 de estatura, con una enorme cresta roja en la cabeza.
Vestido con pantalones vaqueros raidos, una camiseta de redecilla de color rojo y una chaqueta de cuero aunque su edad eran 20 años, parecía mayor que Andrea.
Su nombre Johnny Lone ¿por qué?’ pues porque era fan de Johnny Thunder y el lone por su altura.
Era un tipo raro, solitario, estaba en la universidad estudiando física, era el raro del grupo una mente portentosa en un mundo que no le gustaba, familia de dinero al contrario que la de Andrea, una familia burguesa baja.
Andrea también estaba estudiando, ofimática, pero claro no era lo mismo.
Como se había conocido, curiosamente ella paraba en discotecas góticas, el no, pero la noche de la que estoy hablando ambos coincidieron en un garito no habitual.
El quedo deslumbrado al oírla hablar, era listo, era guapa, era pequeñita. Le recordó a Patti Smith.
Ella quedo sorprendida al oírle hablar, no intentaba llevarla a la cama, era respetuoso y una cresta caída hacia un lado, se parecía a Tilo, su cantante favorito, pero no en el físico porque si, eran sus ojos.
Llegaron a la estación y entre los dos reunieron las monedas que tenían para pillar los billetes del tren.
El tenia más dinero guardado en un bolsillo pero ese era para pasar la tarde, a Johnny Lone le gustaba la heroína, le hacía sentirse bien, le hacía volar y alejarse del mundo de papa y mama, un mundo en el que el siempre sobro.
Ese dinero no contaba para los billetes ni para nada más.
Andrea por el contrario no tenía nada, buen o si le dolía el estomago, necesitaba llenarlo de comida, tanto alcohol la estaba dando ardores.
Se sentaron en la estación, quietos, mirando las silenciosas vías del tren cuando una voz los dejo paralizados.
Una chica tan delgada que parecía un esqueleto, con un top negro que dejaba ver sus huesos y unos raquíticos pechos , con un pantalón súper ceñido que ahora la quedaba grande, con unas coletas ralas de color rojo , se les acerco o mejor dicho se acerco a Johnny Lone.
Sin previo aviso y sin dilación le soltó un beso en la boca, este se aparto bruscamente ya que no quería que Andrea pensara que era su piba o algo así.
La chica se sentó entre ambos y abrazo a Johnny Lone. Llevaba una mochila y en una de las manos una enorme palmera de chocolate.
Comenzó a hablar , pregunto a Johnny si quería colocarse con ella ya que tenia y le apetecía disfrutarlo con él, por lo visto había sacado las pelas con un par de tipos del pueblo antes del concierto y ahora iba a colocarse y luego a Pitis a por mas.
Johnny dijo, que no.
Ella dejo la mochila y se fue al baño de la estación. El silencio entre Johnny y Andrea se hizo insoportable.
Cuando aquella escuálida mujer volvió, faltaban para que llegara el tren 20 minutos, se sentó entre ambos y comenzó a cerrar los ojos mientras la mochila y la palmera estaban en el banco de piedra.
Pronto se quedo dormida.
Andrea, se puso de pie, estaba muy palida, le dijo a Johnny que si no comía empezaría a vomitar.
El pensó en su dinero, en su tarde y cogió la palmera de su supuesta amiga y se la ofreció a Andrea.
Andrea le hizo ascos, pero él la convenció, estaba empaquetada, no la habían comido y ella tenía hambre y no tenía ni un duro, además su supuesta amiga estaba ladeada de una forma casi imposible y no parecía despertar, así que si no se la comía Andrea se la comería otro...Andrea sonrío pensando que se lo merecía por mal educada.
Justo entonces llego el tren, el cogió el bollo y se lo ofreció a Andrea, esta lo cogió lo desenvolvió y se lo comenzó a comer.
Justo en el vagón del tren, mientras aquella escuálida mujer se quedaba en la estación sola.
2.- La decisión de Andrea.
Durante todo el camino sin hablar ¿estaba enfadada? Si lo estaba.
El se miraba las manos parecía nervioso, lo veía en el reflejo de la ventanilla, pues mientras se comía aquel bollo no le miraba.
¿Pero que estaba haciendo con aquel chico, robar a una drogata medio zorra e ir a ver un concierto de los carniceros del norte, que no había estado mal pero no era su estilo?.
¿Todo porque se parecía a Tilo, joder, joder, joder, tonta más que tonta, pero que pensabas que un tío mas joven se iba a fijar en ti?.
¡Ni de coña!.
De pronto en el toco el brazo, se había caído el bolso al suelo, eso la hizo recordar que no podía volver a su casa.
No quería que la viesen con esa pinta, no quería explicar donde había estado¡ no quería que la cogiese el bolso!.
Tiro con tanta fuerza del bolso que el soltó de golpe y la miro con cara sorprendida.
Comenzó a disculparse por lo del bollo¿ lo del bollo? la daba lo mismo se tenía que disculpar por lo de la drogata, no por el bollo.
Pero nada, hay estaba un tío de un metro ochenta, explicándole por que había robado un bollo a su ¨coleguita¨.
El la dijo que si quería tomar algo antes de irse a casa, en su casa.
De pronto se oyó diciendo vale, vale, había dicho vale.
¡Joder, joder, joder… el burbon no la sentaba bien, estaba claro!.
¿Pero bueno, el no había dicho que no tenía pelas? pues ahora iba a pagar, daba igual lo que fuera, pero iba a pagar algo.
Llegaron una hora más tarde a Atocha, luego siguieron callejeando hasta llegar a donde él vivía solo.
Un piso de una habitación alquilado en Antón Martin, un cuchitril pero un piso.
Un enorme perro salió a recibirlos, era un pastor belga de esos con mucho pelo.
Qué bonito era, ella se puso a jugar con él.
Luego pasaron a su cuarto que era también donde tenía la música , quería besarle, eso lo tenía más claro que el agua.
Así lo hizo le beso sin darle tiempo a poner música, el se quedo parado y después la beso.
Fue dulce, fue suave, fue amoroso.
Qué beso y luego todo salió rodado, bueno hasta que llegaron a las botas, estas eran Martens y costaba desatarlas, pero después de aquello, la camiseta, la chaqueta, el jersey todo salió solo.
De hecho todo estaba hecho para que estuvieran juntos y era lo que ella había esperado desde que quedaron en atocha para ir a ver a ese grupo.
Por fin, se había producido el momento y pensar que se había puesto guapa para esto, es que nunca se pueden hacer planes.
3.- La decisión de Johnny Lone.
Todo había salido fatal, primero había pensado llevarla al parque y declararla su amor, pero se les pego el chuso.
Luego pensó hacerlo en la estación y apareció la petarda de la Nuria, una colega que había empezado a parar con él, pero que solo era eso una colega,
Luego en el tren, tenia Andrea un mal humor, seguro que era por haber robado la palmera, valiente galán estaba hecho.
Tenía dinero en el bolsillo y robaba para ella una palmera a una colega adicta como él, porque eso era lo que él era, un adicto y no se había dado cuenta hasta esa mañana.
Luego ella acepto ir a su casa, eso iba bien, mejor fue cuando Andrea había querido llevarle a la cama.
Eso había estado aun mejor, porque le había llevado a la cama y como, era un ángel un autentico ángel y el, era un adicto a la heroína.
Eso era.
Ella se merecía un tío diferente, un tío como dios manda, claro que como era eso un tipo como su padre, un cerdo que solo le importaba ganar dinero y que tenia amantes y eso convertía a Andrea en una mujer igual a su madre, apuntada al gimnasio de Pilates, bueno apuntada al profesor de Pilates, claro.
Vaya mierda, lo bueno que tenia drogarse es que solo había que pensar en cómo conseguir más y ya estaba.
Pero ahora estaba en la cama, con un ángel y tendría que decidir si ir a por más o quedarse en la cama con el ángel.
No había decisión posible se estaba poniendo malo, pronto comenzaría el dolor y tendría que ir de todas formas.
Entonces ella le abrazo, otra vez, le beso, otra vez.
Bueno siempre podría ir después, pensó, ahora había que calmar al ángel, eso era lo primero.
La tarde fue cayendo mientras ambos eran incapaces de separarse el uno del otro, el dolor se convirtió en angustia, pero cuando volvía la cabeza veía a un ángel y no podía separarse de él, no hasta que se fuese de casa.
Tenía que decirla la verdad ¿pero qué verdad? Que era un adicto, que no lo era porque prefería hacerla el amor a ir al polígono a pillar.
Ella comenzó a contarle lo de su ex novio y el solo pensaba en ir a pillar, fue entonces cuando ella empezó a llorar y el incapaz de dejar a su ángel solo y desolado, se quedo.
La dijo que tenía un problema con la heroína, pero fue incapaz de contarle que tenía dinero y no se lo había dado para comprarse su bollo, ostia si se enteraba después de lo del tren, mejor era que ese secreto jamás saliera de aquel lugar.
El domingo por la tarde la llevo a su casa, estaba cansado y aun estaba pensando en si ir o no a pillar, cuando ella le dijo muy seria que quería que él la recogiese al día siguiente.
El sonrió, claro iría a verla, pero debía empezar a pensar en dejar la droga, aunque esa noche seria la ultima.
Fue a pillar, pero no pillo, porque en el camino vio un lugar donde vendían unos pasadores para el cabello y le compro uno, luego compro una botella de burbon y mientras volvía a casa se la fue bebiendo.
Si ella era la única esperanza de amor, la seria su amor, jamás nadie le había hecho sentir como ella le hacía sentir.
Se acostó en la cama y se durmió, soñó con ella, con el ángel y durmió en mucho tiempo sin nada que tomar para poder dormir.